miércoles, 7 de agosto de 2013

Mallomío

Mallomío, 

te escribo hoy para decirte que lamento mucho todo lo que te ha sucedido en tu corta vida sin ser tu culpa: tus ansias, angustias, .... Perdoname Mallomío.

Quiero que sepas que desde antes de que empezaras a habitar mi ser, te anhelé y desié con toda mi alma y con todas las fuerzas de mi interior. Deseaba con locura poder revivir la experiencia de la maternidad desde un lugar en el mundo en el que me sintiera mejor acerca de mi misma, con mayor madurez y disposición de maternar... pero no fue así. A pesar de que los años habían pasado, que mi cuerpo estaba listo, y que mi mente me decía que era el momento perfecto (y lo era, porque no hay nada que hubiera podido pasar mejor que lo que pasó), todos los asuntos que no estaban resueltos de mi niñez seguían (y siguen) persiguiendome, voicoteando mi presente, pidiéndome que los resuelva. Mi niña interior lloraba por los rincones de mi alma suplicandome que la consolora... ya no era un niño que lloraba pidiendo el pecho de su madre, el calor, el consuelo... eran dos... vos y Yo. 



Quiero que sepás que te he amado profundamente desde que ví la prueba de embarazo en positivo... que he luchado intensamente todos los días de mi vida desde que te supe en mi vientre por ser la mejor versión de mi misma para poder ser el mejor ejemplo para vos... el más humano, el más cálido, el que siempre busqués en tu interior como refugio en las tempestades, o cómo fuente de sabiduría para tu propio crecimiento. 

Quiero que sepás que sigo en la lucha, con tenacidad y con valentía enfrento cada día con un profundo convencimiento de que éste día va a ser mejor que el anterior... pero soy humana Mallomío... de carne y hueso, a quién le duelen las cosas, quién no siempre las puede entender y explicar... soy una mujer más en éste basto pero tan pequeño mundo que quiere cambiar y transformarse, que quiere ser, cual Fenix, capaz de reinventarse, de renacer siempre de entre las muchas cenizas acumuladas a través de batallas vividas y perdidas (o ganadas?).


Quiero que sepás que sos un gran ser humano, has sido capaz de mostrarme desde tu inocencia todos y cada uno de los días de tu vida, tu inmesa capacidad para amar y perdonar... tu gran fortaleza de caracter con el que me haces saber siempre qué necesitas, qué querés, cuando... con esa carita y esa fuerza interior, siempre me llenas de amor y bondad, me abrazás con ternura e inocencia... ¡cuanto daría por estar en tus zapatitos y sentirme así Mallomío! 

Quiero que sepás que con humildad pido todos los días la capacidad para poder guiarte por la senda de bien, para mostrarte el mundo y su belleza, para poder enseñarte a diferenciar entre lo bueno y lo malo... para enseñarte el valor de lo que nos rodea: los lazos familiares, el hogar, la naturaleza, la compasión por un animalito como por nuestros semejantes.... para entender más y más los valores que necesitas para desarrollarte en este mundo tan convulso... para poder ver el día en el que abrás tus alas y volés para convertirte en todo aquello que desiés y que sé que serás capaz de hacer...



Quiero que sepás que hoy más que nunca hago lo mejor desde mi realidad de vida y con las herramientas que cargo en mi maletín emocional, para ser mejor y mostrarte mi cara mas humana, mas real... no una imagen de mamá que no llora, que no siente, que no aprende... No Mallomío, quiero que me veas humana y ser capaz de enseñarte a través de mis adversidades hoy y siempre que lo necesités.

Te amo profundamente pequeñito, y lo lamento mucho de verdad... ésa fue la vida que me tocó vivir, no la escogí, no la quería, NO la quiero, pero te prometo que seguiré trabajandola para hacer la tuya mejor.

Tu Mamá.

lunes, 5 de agosto de 2013

¿Y cómo vivo después de Christian Grey?


Hace días quería escribir esta entrada no por el boom de los libros de la escritora británica E.L. James, si no por el efecto post lectura que genera el libro: esa sensación de vacío, de ausencia, esa necesidad de algo más que me dejó fue enorme; claro porque yo me decía a mi misma: "éste hombre no existe, Antonella. Recordá que es una novela; pero que chiva sería que existiera, si fuera así, ¡lo quiero para mi!" y un sin fin más de argumentos que solamente incrementaban mi deseo de convertir a mi marido en una réplica de Christian Grey.

50 Sombras
En esa obsesión que me poseyó durante unas semanas, estuve viendo vídeos inspirados en la trilogía en diferentes páginas, hasta que me encontré con uno que se los dejo aquí, para que lo vean y que me impactó mucho, más que nada porque me trajo de nuevo a la realidad acerca de lo que la autora propone y el impacto real que tiene en nuestra psique como mujeres.

Enfrentemos la realidad: vivimos en una sociedad altamente misógina, (definición en éste link), que a través de la historia ha ideado formas de mantener ésta forma de menosprecio, de pensamiento... no sé, presente en todos y cada uno de los pequeños detalles que nos rodean. ¡Ni siquiera somos concientes de ello!, y ¡este libro está plagado de ella! está tan profundamente arraigado en nuestro psique que una mujer (vaya conciencia gremial de paso) viene y escribe al respecto y detalla morbosamente todos y cada uno de los detalles de una relación con un hombre totalmente misógino (porque odia a su madre): cómo ejerce poder a través del sexo, cómo le gusta controlar a su "pareja", y lo encontramos romántico y hasta la hacemos millonaria en su primer obra literaria escrita... bonita cosa diría mi suegra. El colmo se da cuando elevamos al nivel de "heroína"a la protagonista, Anastasia Steele, porque logra salvar a éste personaje maltrecho (y entendámonos, todos tenemos derecho a segundas oportunidades y a enderezar nuestras vidas. Todos cargamos un maletín lleno de vivencias del pasado que necesitan ser resueltas y Christian Grey no es la excepción), pero insisto, veamos la realidad, Anastassia Steele no es más que una mujer co-dependiente que no tuvo a su figura paterna biológica (porque muere siendo ella una bebé de meses), si no que tuvo a un papá sustituto (a quien ama profundamente) pero que no logro seguirle el ritmo a su intensa madre, por tanto este Sr. no era precisamente el mejor modelo de carácter, de fortaleza, ni el mejor modelo de lo que un hombre como tal puede ser, estaba en el extremo opuesto de Christian. Ese vacío Anastassia intenta llenarlo con su amor por Christian y falta de amor propio... habiendo sido tan insegura de si misma, virgen a la edad de 22 (creo, lo cual no tiene nada de malo) retraída, con baja autoestima, "ratón de biblioteca" como ella misma se define al hablar de su relación con sus novelas literarias, asume su sufrido amor por éste hombre como absoluto, y decide tratar de cambiarlo (los que pertenecemos a comunidades de codependientes estamos muy claros en lo que significa vivir la vida para cambiar a alguien o controlar sus actos) aceptando cosas que no le gustan, con las que no se siente cómoda, que la hacen sentirse mal y degradada... pero aún así, su "amor" prevalece en ella y acepta todo a pesar de que éste amor no le hace bien. Al final, al enfrentarse "valientemente" al pasado de éste hombre, lo libera finalmente en un ser que a su lado, es un hombre mejor y libre. Les aseguro que no todas tienen un final tan feliz.

Tomado Crisálida, una esperanza perenne

Me impresionó mucho entender lo rápido y fácil que fue para mí irme en la espiral de desenfreno y "romanticismo" mal disimulado de las novelas... las leí en una semana las tres, totalmente obsesionada no paraba de leer, día y noche. No me dí cuenta que en mi fuero interno estaba cocinando lo que tanto critico a la luz pública: la cosificación de la mujer en la sociedad entre un sin fin de matices que tal comportamiento presenta; me dió verguenza descubrir que había caído presa del prejuicio y sin darme cuenta. 

Yo no tengo nada en contra de los juegos sexuales sadomasoquistas, cada quién son su gusto, pero la forma en que lo presenta la autora, cómo Christian lo explica clarísimo a Anastassia: "me gusta el control que me ofrece", y lo justifica diciéndole que son adultos y que lo que hagan tras las puertas del dormitorio es problema de ellos, aunque literalmente la esté golpeando y la acabe convenciendo de que lo está disfrutando (¡eso es manipulación!) es una Oda al abuso versificado, más cuando ella reconoce que se siente humillada, degradada, entre otras cosas.

Para terminar, sí me las leí, sí me gustaron, lo disfrute y mucho, pero eso no me aleja de reconocer su transfondo de abuso de poder, cosificación, y misoginia implícita. Claro es sólo mi humilde opinión acerca de ésta novela literaria.

Vivo después de Christian con un hombre de carne y hueso, que existe, que en su humanidad se equivoca, da lo mejor de sí, crece a mi lado, me respeta y ama como soy.

Mi esposo y Yo :)

El día que te hiciste mayor de edad.

Hoy mis hijos mayores cumplen 18 años, se convierten en mayores de edad. Al menos uno de ellos, Ignacio. Su hermana Mariana, gemela "d...